Facto #71
Es fútil intentar acelarar un trámite publico.
Ya el intento de planear o estar preparado para encarar un trámite vs la servidumbre pública -no le cabe mejor nombre, seamos sinceros, por lo negreados y lo vagos-, es suficientemente al pedísitco. Uno sin embargo necesita intentarlo.
Busca en internet, pregunta a conocidos, se baja formularios que llena una, dos... TRES veces hasta que logra interpretar bien cada casillero. Se saca fotos horribles, hace fotocopias por duplicado, triplicado... CUADRUPLICADO. Hace colas interminables, y cuando finalmente tiene una de esas caras TAN desganadas frente a uno... nada sirve.
Pase por allá, se olvidó la fotocopia de la casa, este documento no se lee, acá le pusieron que su apellido no se escribe como usted dice, no puede sacarse la foto pintarrajeada como una puerta de esa manera, ud no me puede hablar así, eso acá no tiene valor, le explicaron mal en la otra mesa, tiene que abonar otra cosita más, mas o menos en 4 horitas... UFFFFFFFFFFF!!!
Al fin y al cabo uno ya sabe que todo está perdido, incluso el tiempo parece no existir en los edificios públicos. Solo existen las escaleras y las caras de orto, de ambos lados.
Así y todo, con un poco de paz-zen puede sobrellevarse y al concluir el trámite salir con un sonrisa (temporal) por haber sobrevivido a otra entrecruzada guvernamental y sentir que su trabajo ya está hecho (los problemas que surjan de ahora en más serán enfrentados cuando llegue la ocación)